Hace un par de días una horda de subnormales hicieron un tremendo escándalo con un bodrio sonoro (tambores y trompetas marciales, cohetes, latigazos contra el pavimento y su propia marcha patosa). Por regla general, la gente subestima a quienes no se tragan las creencias religiosas con desatinos tales como: "¿qué tiene de malo?", "cada quien tiene derecho a creer lo que quiere", "es una tradición", etc. Sobre esos tremendos argumentos no hay nada qué decir. No tiene nada de malo, y cada quién tiene derecho a depositar sus creencias en una muñeca, un perro, o un trapo y de paso dejar la calle como el vertedero en turno mientras pertuban al silencio tan tradicionalmente.
Cada quien que crea lo que le plazca, yo creo que así luce su muñeca por la que tanto ruido hacen:
O tal vez luzca así:
O así:
No lo sé, la mitología judeocristiana es tan vasta que prefiero decir: "a mi no me pregunten, yo sólo ejerzo mi inofensivo y tradicional derecho a creer lo que quiero".