"María, desesperada, pidió al verdadero padre que interviniera"
Después de algunos años, resultó imposible ocultar al niñito Jesús su verdadero origen. San José, siempre fingiendo una sonrisa, mientras se tragaba las arcadas que le producía un odio sordo por el idilio de María con una paloma, nunca ocultó su desprecio por el producto de aquella pícara aventura. Pretendía ante ella ser amable con el niño; colmándolo de regalos (siempre bagatelas inútiles), halagos y bromeando con el mocoso. Cuando María no los veía, José le recriminaba al niño los gastos que generaba, le hacía gestos, masticacaba con la boca abierta y hacía ruidos de troglodita para molestarlo, le hablaba a propósito de manera incomprensible mezcalndo el arameo con un dialecto muerto para después preguntarle: ¿es que acaso estás sordo? ó ¿eres imbécil?, le decía que no podía tocar su vino barato porque le pertenecía solamente a él, etc. Con el tiempo el niñito Jesús descubrió que podía crear cosas de la nada, así que comenzó con el cigarrillo y el vino, después vinieron la cannabis sativa, la erythroxylum coca ( y con ella las putas ) y finalmente la papaver roheas. María, desesperada, pidió al verdadero padre que interviniera. El anciano, fastidiado por la insistencia de María y cansado de esperar a que llegara Jesús a los 33 para poder matarlo, pidió la intervención de un simio experto en conflictos emocionales la misma mañana de navidad del año XII. Desde la primera entrevista el simio y el niñito Jesús simpatizaron casi de inmediato; la estrategia para romper el hielo empleada por el sabio era sencilla: hablar de cosas que le gustaban a ambos. Al tratarse de un par de depravados, todo fluyó como una charla entre viejos amigos, pero lo que concretó una verdadera amistad, fue cuando el niñito ofreció desinteresadamente ( como los niños que aún no adoptan la mezquindad adulta ) lo que parecía un caramelo pulverizado. Las sesiones siguieron durante años, los conflictos en casa se mantuvieron y los padres amenazaron con suspender los servicios del experto. La amenaza atentaba contra el lujoso estilo de vida al que ya se había acostumbrado el simio de origen humilde, además de anunciar la ruptura inminente con el romance que mantenía con el caramelo pulverizado. La bestia se arrancaba los pelos, rechinaba la dentadura, escupía espuma, se lanzaba contra los muros, etc. , en fin, que se encontraba brutalmente agitada en su majestuoso cubil, cuando tuvo la revelación. Presuroso, fue a presentarse a la casa de la Sagrada Familia para informarles que lo que le ocurría al niñito Jesús era que sufría de: "Complejo Edípico". Depués de una serie de triquiñuelas y serindipias lingüísticas, les hizo comprender que ellos eran los responsables de los conflictos del mesías. Al final, el truco salió muy bien para el simio y para el redentor; Jesús a partir de entonces utilizó esa frase como muletilla justificante para transformar el agua en vino e irse con las putas y el simio recibió reconocimeinto en el mundo de la ciencia, una empresa pirámide que sigue vigente hasta nuestros días (el circoanálisis), y una pensión vitalicia de cocaína.